viernes, 27 de marzo de 2009

Si la crisis se agudiza, Roberto Lavagna será el comodín y hombre clave del Gobierno

“Lo estamos evaluando”, respondió el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, ante la insistente pregunta de uno de los empresarios fuertes de la Unión Industrial Argentina (UIA) sobre si era cierto el rumor que daba cuenta de que el “padre de la criatura” (plan económico post devaluación) volvería a hacerse cargo del Palacio de Hacienda si la agudización de la crisis económica lo reclama.

A ese “lo estamos evaluando” hay que agregarle “con el presidente del Partido Justicialista” que es, nada más ni nada menos que su ex jefe en tiempos de la Presidencia de la Nación; Néstor Kirchner. De esta manera, Lavagna es para el Gobierno el “comodín” y hombre “clave” de cara a la segunda mitad de 2009 sobre todo si se consideran los pronósticos que la mayoría de los economistas vienen advirtiendo sobre un agravamiento del panorama económico con epicentro en los meses de agosto y septiembre.

El ex candidato por UNA en aquella fórmula presidencial que compartió en los comicios de octubre del año 2007 junto al radical jujeño Gerardo Morales está entrando en calor. Está en “la gatera”. Ha dado pistas certeras que dan fe de esta estrategia del Gobierno por prepararse “para lo peor” si realmente llegara a darse el peor escenario en términos económicos si se llegase a cumplir tanto vaticinio de los agoreros y gurúes que alentaron las políticas neoliberales de Menem-Cavallo en los ’90 y que quisieran que la Argentina nos explote en las manos a todos los argentinos.

Roberto Lavagna ha sido fiel ladero del kirchnerismo, al que fue funcional cuando pretendió hacernos creer que se iba del Gobierno para ser un opositor y, como contrapartida, terminó convirtiéndose en pieza fundamental el 28 de octubre de 2007 para restarle votos a Elisa Carrió, al dividir con la UCR las voluntades que adhirieron a la oposición en las urnas.

Desde los panoramas nacionales de Agencia NOVA advertimos de esa estrategia que terminó de consumarse cuando el ex ministro de Economía volvió a dialogar con Néstor Kirchner en la quinta presidencial de Olivos el jueves 31 de enero y el viernes 1° de febrero del año pasado, un reencuentro decidido tras haber sido anoticiado por José Pampuro el día anterior a la primera reunión (el miércoles 30 de enero) de que el ex presidente quería conversar con él.

Ese encuentro generó un cimbronazo en la Unión Cívica Radical que quedó en el medio de las sospechas de que contribuyó a allanar el camino de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia. Roberto Lavagna nunca le dijo a los radicales –cuando aceptó ir en la fórmula presidencial con Morales- que se había ido del Justicialismo. Jamás renunció a su partido de origen.

Por ello aceptó el convite de Néstor Kirchner e hizo propicia la oportunidad de dialogar –en sendas reuniones- sobre el PJ para llegar a la conclusión de que estaban dispuestos “a caminar juntos en términos de lo que yo llamo institucionalizar el Partido Justicialista”, dijo después el ex ministro quien dejó en manos del ex presidente un documento que había escrito el 4 de enero donde reflejaba la visión que tenía de lo que había que hacer con el partido.

Lavagna siempre vivió atragantado con la presencia de Alberto Fernández en la jefatura de Gabinete. Jamás le perdonó que se atribuyera ser el auténtico “padre de la criatura” (plan económico) junto a Kirchner, que sabía de esos resabios y rencores del ex ministro.

K sabía que en algún momento iba a tener que recurrir a Lavagna en el difícil camino presidencial de su esposa y de cara al desgaste lógico que iba a suponer la continuidad del kirchnerismo en el poder. Por eso cuando comenzó a dar los primeros pasos rumbo a la presidencia del PJ (asumió el 14 de mayo de 2008) para apuntalar la gestión de la Presidenta el primer paso que creyó fundamental dar fue convocar a Olivos, por la vía de Pampuro, a Roberto Lavagna.

Por eso el ex mandatario y Alberto Fernández acordaron un alejamiento de éste de la Jefatura de Gabinete para, luego de un anhelado descanso, dedicarse a exhibirse como un kirchnerista crítico en recorrida por los medios y a entretejer alianzas y negociaciones con peronistas y extrapartidarios camino a las elecciones legislativas cuando, en principio, estaban planificadas para el 25 de octubre.

Fernández volvió de su letargo, deambuló de medio en medio, no dejó canal televisivo sin visitar, el plan venía funcionando a pleno cuando la crisis económica aceleró los planes e irrumpió el proyecto de adelantamiento de los comicios para el 28 de junio que obligó a imponer una pausa en la estrategia del “operador en las sombras” de K.

Pero hoy Roberto Lavagna tiene la absoluta certeza de que si es convocado como bombero al Palacio de Hacienda para apagar un incendio o para ser exhibido como un piloto de tormentas ante un posible agravamiento del panorama económico, Alberto Fernández no estará en el gabinete.

Además, el ex ministro pudo corroborar que K cumplió con su promesa –y anhelo- del 1° de febrero de 2008 de normalizar el Partido Justicialista, habida cuenta de que Lavagna le había confiado que veía como signo negativo los problemas institucionales para la marcha del país; y que la no organización del justicialismo como partido mayoritario le agregaba un condimento extra a esa preocupación.

Hoy Néstor Kirchner tiene las riendas del PJ y Roberto Lavagna no va a negarse a una convocatoria a sumarse al gabinete de Cristina Fernández de Kirchner si se lo pide el partido al que contribuyó a normalizar desde aquel encuentro con K de enero y febrero del año pasado.

Ola de rumores

No había terminado de aprobarse el dictamen para tratar el proyecto de adelantamiento de los comicios en el Senado (la iniciativa acaba de ser convertida en ley tras la votación que dio por resultado 42 a 25) que una usina de rumores circuló por las redacciones, radios y TV para dar cuenta de cambios en el gabinete de Cristina Fernández de Kirchner.

Citamos al pasar algunos trascendidos. Clarín dio por ido del gobierno a Sergio Massa pero el Jefe de Gabinete no dejará ese cargo ni será invitado a retornar a la intendencia de Tigre. Se mencionó como su sucesor al titular de la bancada del Frente para la Victoria en Diputados, Agustín Rossi.

También se ha especulado con que Florencio Randazzo podría dejar el Ministerio del Interior para hacerse cargo de la Jefatura de Gabinete mientras que Agustín Rossi iría a Interior.

Néstor y Cristina Kirchner –en este estricto orden- no van a promover cambio alguno en el gabinete a sólo tres meses de los comicios salvo en aquellos casos como podría darse si la ministra de Salud, Graciela Ocaña, llegara a ser candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires como se especula. Pero no se trataría del alejamiento del cargo. Ocaña pediría licencia hasta los comicios.

La campaña empezó hace rato. La oposición no da pie con bola para organizarse y acordar una estrategia conjunta para enfrentar al kirchnerismo. La idea de un acuerdo global similar al que se dio el año pasado cuando el debate sobre la resolución 125 de retenciones al campo hace agua porque no es la misma situación la que se discute. Partidos como la UCR, en Córdoba, han decidido ir con identidad propia a las urnas y es el mismo panorama que se dará en la mayoría de las provincias.

En la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires habrá mucha discusión entre radicales, la Coalición Cívica y el socialismo. En territorio porteño, Mauricio Macri aleja a Gabriela Michetti de Elisa Carrió. Asoma una semana movida, sobre todo para el radicalismo, que dirimirá fuerzas fronteras adentro de su estructura partidaria en Mar del Plata el 3 y 4 de abril, pero avanzarían en “coqueteos” con el cobismo.

¿El gobierno? Hace días que definió a su contrincante: La dirigencia de la Mesa de Enlace agropecuario que finaliza este viernes una medida de fuerza de una semana; y la de cualquier partido político que se acerque a los reclamos del campo. Vamos a asistir a una contienda verbal y a un escenario de crispación en la que el Gobierno –que instaló esa modalidad de campaña- se siente y se sentirá a gusto. Habrá un sinfín de recursos para “ablandar” voluntades del tenor de las dos renuncias de los fueguinos al ARI que acaban de producirse en el Senado, y esa sombra rondará la Casa Rosada y las distintas fuerzas partidarias de aquí hasta el pronunciamiento en las urnas.

Hasta el 28 de octubre de 2007 el clima de confrontación y alto nivel de crispación acompañó a los Kirchner en las distintas contiendas eleccionarias. El 28 de junio se verá si esa estrategia sigue reportándoles dividendos.

Fuente: Agencia Nova