viernes, 27 de marzo de 2009

Habría un brote de fiebre amarilla en la provincia de Buenos Aires

En el ámbito sanitario de la provincia de Buenos Aires se estaría corriendo como un secreto a voces una información de alerta: habría un creciente brote de fiebre amarilla en el distrito.

Las versiones indican que se habrían detectado cinco casos de fiebre amarilla en el Hospital de Niños de la Ciudad de La Plata, pero que el Ministerio de Salud bonaerense, encabezado por Claudio Zin, tendría prohibido a enfermeros, médicos y autoridades hablar sobre el tema con la prensa.

La información se mantiene en un estricto silencio, lo cual lleva a pensar en que podría haber algunas similitudes entre el tratamiento de este tema en la provincia de Buenos Aires con el modo con que el gobierno chaqueño encaró, en su territorio, el brote del dengue: luego del silencio, desde el propio Poder Ejecutivo llamaron a la población a la calma y la prevención.

De todos modos cabe aclarar que el problema del dengue no es exclusivo del Chaco, ya que, según informó la ministra de Salud, Graciela Ocaña, en todo el país se registran aproximadamente 2200 casos.

Ahora, tras las versiones sobre la fiebre amarilla, el foco se pone en la provincia de Buenos Aires.

Según fuentes médicas consultadas por Agencia NOVA, la fiebre amarilla es una enfermedad viral infecciosa que solamente tiene lugar en zonas de África, Sudamérica, Centroamérica y el Caribe, y que se transmite por la picadura de un mosquito que se encuentra generalmente a 1.300 metros sobre el nivel del mar.

Los síntomas típicos son los dolores musculares, fiebre y escalofríos intensos, postración, náuseas y vómitos.

La mayoría de los infectados en Sudamérica son aquellos que trabajan en selvas tropicales lluviosas. Una particularidad de esta enfermedad es que puede permanecer localmente desconocida en por extensos períodos de tiempo, y revelarse finalmente en un modo epidémico.

El período de incubación se sitúa aproximadamente entre tres y siete días, y la enfermedad puede llegar a durar de una a dos semanas, en caso de curación.

Según consignaron, no existe un tratamiento realmente efectivo para la fiebre amarilla, por lo cual “es importantísima” la vacunación. En los casos graves está indicado el tratamiento de la rehidratación y el control de posible hipotensión.

La mortalidad global es del 5 por ciento en poblaciones indígenas de regiones endémicas. Pero en los casos graves, o entre poblaciones no indígenas, hasta el 50 por ciento de los pacientes pueden fallecer.


Desmienten las versiones

De todos modos, desde el Ministerio de Salud de la Provincia desmintieron las versiones. El propio titular de la cartera, Claudio Zin, se comunicó con las autoridades del Hospital de Niños, quienes negaron la existencia de los mencionados casos de fiebre amarilla en el distrito.

Por otra parte, desde el Ministerio de Salud de la Nación, que comanda Graciela Ocaña, también confirmaron la desmentida oficial proveniente desde el Ministerio de Salud bonaerense.

Fuente: Agencia Nova