lunes, 13 de abril de 2009

Contrarreloj, el PROperonismo intenta zafar de la zona de riesgo

La suerte del frente electoral que une a los peronistas disidentes Felipe Solá y Francisco de Narváez con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se definirá hoy cuando los tres referentes del espacio vuelvan a encontrarse. La insistencia de los peronistas en ubicar a Claudia Rucci en el tercer puesto de la lista bonaerense de diputados nacionales hizo crujir el armado. La semana pasada se había acordado que, dado que todos eran miembros fundadores de la movida, cada una de las fuerzas tendría una representación equitativa del 33 por ciento. En ese punto los macristas descontaban que el tercer término de la lista les correspondía. “No tenemos ningún problema con la candidatura de Rucci, pero no corresponde que sea la tercera. Bien puede ir como cuarta o sexta candidata”, confía a este diario un importante dirigente del macrismo que pide reserva de su nombre. Además de reclamar ese lugar, los PRO analizan que si el nombre de la hija del ex titular de la CGT aparece por debajo del de De Narváez y de Solá, la boleta tendrá una impronta netamente peronista que le quita votos a la movida y que desdibuja su perfil. Los macristas dicen que los peronistas les “están corriendo el arco permanentemente”. Utilizan la frase para afirmar que para ellos “era un tema cerrado que Rucci no sería tercera”. En la inauguración de un búnker de campaña del peronismo disidente, Rucci fue presentada como la tercera de la lista. Eso volvió todo a fojas cero para los hombres de Macri. Solá no tardó en responderles. Reconoció las diferencias y puso a la coalición entre paréntesis. Admitió que la continuidad o la ruptura electoral se decidirá después de la reunión de hoy.El dirigente de Macri que habla con este diario confía en que la ruptura no se producirá porque “salvo Néstor Kirchner ninguno sale beneficiado con ella”. También especula que, a diferencia de Solá, De Narváez tendrá un rol más componedor y mediador. No sólo por características personales sino también porque sería el más perjudicado por el quiebre de la sociedad electoral. Tanto a los PRO como a Solá, perder por tres o cuatro puntos no les cambia mucho el panorama. Para De Narváez, en cambio, ganar o perder es la diferencia entre elegir al futuro candidato presidenciable del espacio o simplemente seguir la discusión sin mayor protagonismo. En línea con el análisis del macrista que habla con Crítica de la Argentina, en el entorno de De Narváez ayer se repitió que la interna del espacio “es propia del armado de las listas, que siempre generan idas y vueltas, pero a nosotros ‘ni fu ni fa’ porque en otra elección ya fuimos con el macrismo”. La discordia no solamente se da en las boletas de diputados nacionales. Los tironeos se trasladan a las listas de sección o de distrito. Los macristas les bajan el pulgar en la lista de diputados a muchos nombres históricos del duhaldismo, como Osvaldo Mércuri o Alfredo Atanasoff. Al desplazarlos de ese armado, las listas de sección se van colmando de nombres reconocidos del peronismo que les cierran las puertas a los macristas. Por si fuera poco, los peronistas disidentes también pretenden lugares en las listas de la Ciudad de Buenos Aires. El factor Jorge también marcó las discusiones. Después de haber tenido varios enfrentamientos con De Narváez, cuando el primo de Macri, el actual diputado bonaerense Jorge Macri, amenazó con construir un armado por fuera de la coalición que podría restarles entre cinco y seis puntos, los dos peronistas disidentes no dudaron en decirle al jefe de Gobierno porteño que lo sume al espacio. Hasta el sábado el encuentro no estaba agendado oficialmente. “Un llamado telefónico alcanza para que la reunión se concrete”, dice un macrista que considera que demorar el encuentro “pone al frente en zona de riesgo”.

Fuente: Critica