jueves, 19 de marzo de 2009

Rock and Roll

“Si grita pidiendo VERDAD en lugar de auxilio,
Si se compromete con un CORAJE que no está seguro de poseer,
Si se pone de pie para SEÑALAR lo que está mal, pero no pide sangre para dirimirlo, entonces es ROCK AND ROLL”
PETE TOWNSHED (músico británico)

Éste es un país violento. Afirmación perogrullesca si las hay. Lo vemos, padecemos y lamentamos todos los días las personas de bien que desean otra Argentina para nuestros hijos, lugar común que me niego a abandonar.

El sentido de mi nota es la modesta, pero necesaria para mí, defensa de los derechos del niño, de la diversidad cultural y del derecho a expresarse culturalmente, que por lógica, por ley y por naturaleza democrática deben ser promovidos y facilitados por las instituciones republicanas, aún las municipales. En cambio, fueron violentados una vez más por el poder.

En Salto ya sabemos quién ejerce el poder; la ciudad que habitamos muchos y gozan pocos está sojuzgada por lo que entiendo como una nueva faceta negativa, que admito desconocía, del ex senador Migliaro, la de discriminador, prejuicioso y retrógrado, muy lejos del progresismo del que me hablaban algunos nostálgicos de su primera gestión.

Tiempo atrás, un grupo de músicos de Salto y de ciudades vecinas, entre los que había niños, intentaron hacer algo muy desagradable a los ojos del antedicho funcionario, deseaban mostrar su arte al que quisiera escuchar; el evento se daría a lugar en El Teatro de Salto. Enterados de que habría cierta reticencia desde el municipio, los actores del teatro sugirieron a los músicos que hablaran primero con la policía y con el municipio. Uno de los músicos, adulto él, acompañado por la madre de otro, que es un niño, acudieron a la sede policial, donde un sargento ante la pregunta de si había algún problema con realizar el evento musical, les preguntó primero a qué género musical pertenecía el mismo, no les preguntó dónde se haría, en qué horario, no solicitó habilitaciones pertinentes del lugar, ni ningún otro requisito que exigiría la realización de un espectáculo, sólo cuál era el género musical. Cuando los interesados dijeron la mala palabra, rock, el uniformado les dijo que tenían expresa directiva del ejecutivo municipal, o sea del ex senador, de PROHIBIR dichos recitales, porque se producen desmanes en las inmediaciones o en el interior de los recintos donde la “endemoniada” actividad se lleva a cabo.

Había niños interesados en dicha manifestación cultural, recordemos que lo son, aquellos ciudadanos de menos de 18 años de edad, por ley jurídica y por ley natural, dada la incapacidad relativa de hacerse cargo de muchas de las obligaciones que le exigimos a diario.

Recordemos también que a los niños se les debería inculcar con los hechos cotidianos que, la democracia, es aquel sistema de gobierno en el cual la libertad de expresión es pilar fundamental de su existencia, si no hay libertad de expresión, no hay democracia.

Los niños de Salto, como de cualquier parte del mundo, tienen una natural necesidad de expresarse y darse a conocer, de variadas maneras, también culturalmente, por lo que las expresiones musicales, actorales, pictóricas, literarias, etc. son parte de su vida, cómo la de cualquier ciudadano que se precie; más, pueden tener diferentes estilos, que hacen a la diversidad cultural tan preciada por muchos, tan temida por otros.

Mi crítica va dirigida hacia todo aquel que no respete los derechos elementales de la democracia, se trate de dirigentes o particulares.

Este episodio tiene, mejor dicho podría tener hasta implicancias legales, no es ésa la intención, el hecho en sí mismo, el nombre del agente de policía, las entrevistas de algún músico con los inefables Secretario de Gobierno y Directora de ¿Cultura?, todos serían negados, pero los músicos de Rock de Salto saben perfectamente cuál es la realidad y las imposibilidades que tienen para manifestarse culturalmente.

Los supuestos desmanes, deben ser prevenidos por los interesados, pero principalmente por las fuerzas del orden, con presencia activa, cómo se hace en diferentes eventos musicales, recreativos, culturales que se llevan a cabo todos los fines de semana (bailantas, bailes, etc.), pero dada la evidente ascendencia que el municipio tiene sobre la policía local, se podría suponer que el Rock no es electoralmente rentable para el ex senador.

Cumplo con mi responsabilidad ciudadana de denunciar públicamente éstos hechos, espero que los artistas, de toda índole, sus familiares si éstos son niños, los medios de prensa, el Concejo Deliberante, el manoseado y bastardeado Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño, aún así, pidan las explicaciones del caso y reviertan ésta ignominia.

Dr. Marcelo F. Herrera
D.N.I. 17579954
mh.hombresuburbano@gmail.com