jueves, 11 de diciembre de 2008

La discriminación por el origen social, reproducida en los colegios

El 88 por ciento de los estudiantes secundarios de Río Tercero, Córdoba, está convencido que los colegios separan distintos niveles sociales, y el 93 por ciento asume que se genera y se percibe discriminación entre unos y otros.
La encuesta, realizada por el diario La Voz del Interior entre adolescentes del último año de los nueve secundarios riotercenses, confirma que la escuela reproduce el esquema de fragmentación social existente en todos los ámbitos. Según los resultados, el 99 por ciento de los encuestados cree que hay escuelas secundarias para distintos niveles sociales.
Sobre el nivel de percepción de esta situación, el 45 por ciento dijo que se da “de manera muy evidente”, mientras que otro tanto dijo que se observa de forma “evidente”. En tanto, aquellos que piensan que hay colegios diferenciados según la condición social, pero “de manera poco evidente” sumaron un 10 por ciento.
¿Cómo se da esta situación, según los estudiantes? El 35 por ciento dijo que influye el sector económico al que se pertenezca y el poder adquisitivo. “La plata que tengas”, dijeron directamente los chicos en muchas respuestas. La forma de mirar, de hablar y los gestos en general es otra de las razones por las cuales se discrimina, según el 16 por ciento. Un porcentaje similar dice que la separación se da según los lugares o boliches a los que se asiste y de acuerdo a la apariencia o la forma de vestirse. Si se suman todas las respuestas, la mayoría de los chicos de las escuelas secundarias de la ciudad se consideran dentro de la clase alta (27 por ciento), media (44 por ciento) y baja (18 por ciento). Hubo muy pocos que se consideraron a sí mismos como pertenecientes a una clase muy alta o muy baja. DocenteMónica Vianello es profesora de Geografía en dos colegios de la ciudad: el Ipem Luis de Tejeda y el Instituto Alexis Carrel. Cada uno tiene realidades pedagógicas y sociales bien diferentes. Sin embargo, esta docente afirma que desarrolla su tarea de manera casi idéntica, por lo menos en cuanto a contenidos y exigencias. De todos modos, aclara que “los del Tejeda son chicos que no están acostumbrados a estudiar, no porque no quieran, sino porque no se lo enseñaron. Estrategias que pueden parecer normales –leer, subrayar, sacar la idea principal–, para algunos de ellos son cosas nuevas”. Según la docente, “unos tienen esa carga de ser ‘los negros’. Y otros tienen la marca de ser ‘los chetos’. Son chicos con realidades socioeconómicas muy diferentes. No en cuanto a la constitución familiar, porque familias disgregadas hay en todos lados. Pero esa situación económica diferente marca abismalmente una brecha entre unos y otros, lo que es condicionante para aprender y enseñar”.

Fuente: La Voz del Interior