sábado, 4 de abril de 2009

Quitan a Uruguay de la "lista negra" tras compromiso de dar información

A tan sólo 24 horas de que fuera denunciado como paraíso fiscal, Uruguay se comprometió a acatar los estándares de la OCDE y fue excluido de la “lista negra” difundida por el organismo. En la carta enviada por el ministro de Finanzas, Álvaro García, el gobierno uruguayo le informa a la organización que adoptará oficialmente “las normas de transparencia y de intercambio de información en materia fiscal”. Esto significará flexibilizar el secreto bancario. Los argentinos tienen unos 10 mil millones de dólares depositados en bancos uruguayos.Una de las resoluciones de la cumbre del G-20 fue terminar con los paraísos fiscales y avalar el informe periódico de la OCDE donde cataloga a varios países en función de su cooperación. La sorpresa, para algunos, fue la inclusión de Uruguay en el grupo de países que no acuerdan con los estándares de la organización. El gobierno del país vecino vaciló primero, pero finalmente reconoció que debía tomar las medidas reclamadas por los organismos reguladores.El hecho de acatar la normativa de la OCDE significa que ante un pedido explícito de otro país, los bancos uruguayos deberán compartir la información fiscal de sus clientes extranjeros. Este tipo de pedidos debe estar respaldado por sospechas de evasión, fraude o lavado de dinero. La flexibilización del secreto bancario no quiere decir que automáticamente se publicarán los datos de los inversores ni que sus depósitos corran algún riesgo, según explicaron a este diario fuentes de la Comisión Nacional de Valores.La inclusión de Uruguay en la “lista negra” provocó también tensiones entre los países sudamericanos. Personalidades reconocidas del ámbito político uruguayo acusaron a los gobiernos de la Argentina y Brasil de haber presionado para que su país sea catalogado como paraíso fiscal. Un experto en temas tributarios y ex funcionario, Leonardo Costa, afirmó que “es obvio que la Argentina o Brasil intervinieron, que hubo presiones de los países vecinos”. El ex ministro de economía, Danilo Astori, también manifestó sospechas y dijo que “puede haber habido incidencia de algunos países para fundamentar esta situación”.Las acusaciones se basan en supuestas intenciones estratégicas de Cristina Fernández o de Lula a la hora de firmar el acuerdo del G-20 mediante el cual se reconoció ese listado de la OCDE. Lo cierto es que los veinte países que participaron en la cumbre se comprometieron a terminar con los paraísos fiscales. El documento resolutivo lo deja en claro y sentencia “Se acabó la era del secreto bancario”.Sin embargo, el alineamiento uruguayo con el resto de los países de la OCDE es una buena señal para el gobierno argentino ya que volverá menos atractiva la fuga de capitales hacia el otro lado del río. Esta práctica aumentó en los últimos meses y agregó presión sobre el tipo de cambio. Esto sucedió porque a la seductora flexibilidad de los bancos uruguayos se le sumó la incertidumbre económica. Además la medida favorecerá el blanqueo de capitales impulsado por el Gobierno, ya que hay menos lugares donde llevar la plata negra.

Fuente: Critica