El presidente brasileño dijo que las naciones emergentes “no creamos el problema, pero somos la parte fundamental para solucionarlo, porque llegamos a estas circunstancias con las economías ordenadas y en crecimiento”.
"Mucho dinero en pocas manos es concentrar la riqueza. Poco dinero en muchas manos es distribución de riqueza y es así que queremos construir un nuevo orden mundial para superar la crisis financiera", expresó el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, al inaugurar el Foro Económico Mundial para América Latina (WEF, por sus siglas en inglés), que se realizó en Rio de Janeiro hasta este jueves.En un extenso discurso, el mandatario abordó "Las consecuencias de la crisis económica global en América Latina", tema principal del encuentro, y profundizó en las conclusiones obtenidas en la Cumbre del G-20 celebrada en Londres a principios de abril. En ese sentido, Lula se colocó en línea con postulaciones de la Iglesia católica al expresar que el grupo de los 20 países más industrializados tienen la responsabilidad de crear un nuevo orden económico mundial "más justo y más humano". "El mundo espera mucho de nosotros. Nuestro principal error sería no actuar en forma audaz y reformadora para enfrentar la crisis (...) A los pobres les decimos: ustedes comerán con nosotros; cuando la torta crezca, aunque sea un poquito, será distribuida", manifestó el Jefe de Estado. El mandatario brasileño urgió a las mayores economías del mundo a responder en forma coordinada a la crisis financiera y enfatizó que las naciones emergentes "no creamos el problema, pero somos la parte fundamental para solucionarlo, porque llegamos a estas circunstancias con las economías ordenadas y en crecimiento". Lula hizo, asimismo, un llamado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a colaborar con los países en desarrollo que entraron en crisis. "El FMI tiene que crear mecanismos de previsión (de crisis) para todos los países, incluidos los desarrollados. No tendría ningún sentido para nuestros países si no pudieran participar de las decisiones de los organismos", señaló. Por último, el presidente sostuvo que, al igual que las grandes potencias, los gobiernos latinoamericanos no deben descartar la nacionalización de los bancos que estén con problemas, como otra medida para paliar los efectos del adverso panorama económico. No al proteccionismoDurante su discurso, el mandatario brasileño manifestó una vez más su rechazo a las medidas proteccionistas que algunos países han adoptado en el último tiempo, como es el caso de México, que ha elevado los impuestos sobre una larga lista de importaciones estadounidenses, y Argentina, que impuso a Brasil restricciones adicionales a las importaciones. "El proteccionismo es como una droga, que ofrece alivio inmediato pero luego pone a su víctima en una depresión prolongada", dijo. En ese sentido, expresó que concluir la Ronda Doha sería una medida fundamental para demostrar que el mundo no está cayendo en el proteccionismo como respuesta a la crisis. Los empresarios asistentes al WEF coincidieron con el Jefe de Estado y alertaron que la región tiene condiciones favorables para salir fortalecida de la turbulencia financiera, pero que se requiere aumentar la disponibilidad de crédito para la producción y el consumo. "Lo mejor que puede hacer América Latina es reducir sus barreras comerciales", sostuvo el ejecutivo de la empresa de programas de cómputo SAS, Jim Goodnight. Por su parte, el director del banco Itaú-Unibanco, Ricardo Villela Marino, manifestó que "independientemente de la ideología, cada Gobierno debería centrarse en medidas anticíclicas (...) Además, los países deberían enfocarse en el comercio con sus vecinos. Hay margen para nuevas iniciativas en América Latina, particularmente en el comercio intraregional". El ejecutivo destacó que las instituciones financieras latinoamericanas están libres del contagio de la crisis y están bien capitalizadas, por lo que serán fundamentales para emerger de la turbulencia. "Latinoamérica y sus instituciones financieras son parte de la solución de la crisis, no parte del problema", aseveró. En ese contexto, el analista financiero Álvaro Andrade explicó a AmericaEconomia que si bien no existen soluciones rápidas a la crisis global en la región, será necesario que los líderes "centren sus discusiones en temas como la defensa de la liquidez de sus cuentas, la concertación con los distintos sectores de la producción, para aliviar un poco los efectos en el empleo e inversión, y en concentrar en los nichos de mercado los productos que pueden exportarse con ventaja competitiva".En la cita realizada en Davos realizada a principios de año, los líderes del mundo llegaron a la conclusión de que los países latinoamericanos, aunque golpeados en menor medida que Estados Unidos, Europa y Japón por la turbulencia internacional, debían analizar sus estrategias económicas frente a factores como la caída de los precios de los commodities y la reducción del consumo. Las recomendaciones de Davos incluyeron la adopción de tácticas agresivas para atraer inversiones extranjeras y la negociación con el Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama para evitar políticas proteccionistas restrictivas.
Fuente: Empresas y News